Nuestra historia
Más de 60 años
La historia del Restaurante Parpalló se remonta a principios de los años 60, pero nuestras raíces y lo que nos ha formado son mucho más profundas.
Puede leer sobre nuestro pasado aquí. También hemos incluido algunas impresiones sobre Parpalló en una sección aparte.
A empezar…
Durante las primeras décadas del siglo XX se establecen en La Drova, antigua “heredad” de los Monjes de La Valldigna, los primeros veraneantes, llamados por el prestigio saludable de las aguas de La Font de La Drova.
En los años 30, con la llegada del arqueólogo Luis Pericot se inician las excavaciones que convertirán la «Cueva del Parpalló» (val. «Cova del Parpalló») en un referente del arte rupestre Mediterráneo.
En los años 50, debido al auge de las residencias veraniegas, con el regreso de Luis Pericot para unas nuevas excavaciones, se monta un bar con terraza en lo que había sido una casa de postas al lado de la carretera de Gandia a Barx, que pasa a llamarse Avda. de Luis Pericot. Como homenaje al famoso arqueólogo, el “Bar de Benito” será conocido como “Bar Parpalló”.
El 1963, María Rubiella y Julio Donet alquilan este bar para la temporada veraniega y, en 1965, lo adquieren como propietarios.
Con el tiempo, las habilidades culinarias de María convertirán el “Bar Parpalló” en el “Bar de María”. Una década después ya funcionará todo el año como casa de comidas.
A partir de entonces se define como un lugar en la montaña para comer una paella tradicional y se introducen las empanadillas o “pastissets” como aperitivo. Ensalada, empanadillas y paella serán la referencia de la casa.
El buen hacer en la cocina de María Rubiella, el trato familiar de Julia Donet y la ubicación en La Drova han convertido al “Restaurante Parpalló” en un acogedor referente de la gastronomía en Gandia y la comarca de La Safor.
Con Julia al frente, se rescató el nombre original de Parpalló, aunque el de Casa María aún adorna una de las fachadas del local. En esta etapa, se consolidó la especialización en paellas valencianas, empanadillas y postres caseros, que se han convertido en la esencia del restaurante.
Hoy, Julia Pastor, hija de Julia Donet y tercera generación de la familia, mantiene vivo el legado familiar a través de recetas tradicionales que no han cambiado.